Cuentos de Oscar Belbey (incluidos en distintos libros)

Los Olvidados (a la venta en librerías de Santa Fe)
10 cuentos y un poema
Oscar Belbey

Prólogo

“Es bueno que, antes de escribir, uno viva”
Mercé Rodoreda

“El trabajo de un poeta es nombrar lo innombrable, señalar los
fraudes, tomar posturas, iniciar discusiones, dar forma al mundo
y detenerlo al acostarse”
Salman Rushdie

“Para mí un escritor tiene justificación para escribir un libro si
está enamorado del tema”
Henry James

LOS OLVIDADOS ES EN cierta manera un homenaje a aquellos que
transitan por la vida con sus penurias, sus luchas y su dignidad a
cuestas. Temas como exclusión social, la hipocresía, la violencia,
la venganza, la corrupción, la omnipotencia del poder, el
fundamentalismo, la discriminación y la soberbia como destructores
de una sociedad justa. Por otro lado la solidaridad, el compañerismo,
el trabajo, el compromiso social, el placer sexual, los sueños,
la libertad de elegir, el ateísmo, el amor como valores morales,
son condimentos de estos 10 cuentos de ficción, tan reales como
las historias de estos personajes “olvidados”.
Siento admiración por algunos artistas y escritores que han relacionado
el arte con la cultura del pueblo. Antonio Berni, es uno
de los grandes genios que en sus creaciones incorporó a personajes
populares como Juanito Laguna o Ramona a la historia de la
plástica. Obras como Los desocupados, La mayoría silenciosa,
Los rehenes, La manifestación, Magdalena, Crucifixión, La
marcha de los cosecheros, Los campeones del barrio, demuestran
este hecho. Esto también ha ocurrido con el impactante
muralismo latinoamericano de David Siqueiros, Diego Rivera,
Wilfredo Lam, Oswaldo Guayasimin, Cándido Portinarí y nuestros
Castagnino y Spilimbergo. Mi reconocimiento al gran León Ferrari
con sus provocadoras obras contra el autoritarismo, la guerra, la
iglesia, la violencia y su dramática ilustración del Nunca Más. En
nuestra ciudad, la calidad y el compromiso del entrañable artista
plástico César López Claro cuyo museo podemos disfrutar en el
barrio Guadalupe, con sus obras del período Nueva Realidad: Proceso
al Proceso, Traperos (cuya copia embellece la tapa de éste
libro), Niña lavando o Muerte de la cultura.
En literatura, el gran talento de cuatro admirables escritores realistas
como Honoré de Balzac, Bertolt Brecht, Guy de Maupassant
y Rodolfo Walsh, nuestros comprovincianos Gastón Gori, Osvaldo
Bayer, Juan José Saer, o el inolvidable Negro Fontanarrosa, tomaron
un compromiso de hacer escuchar los personajes, observar
las actitudes de esos invisibilizados representados en ensayos, poemas
y narrativa realista.
Con esta austera edición estoy intentando continuar esa tendencia.
Tomar la subjetividad de las voces escondidas en los pliegues
de la cultura popular, más allá de la estética y de los saberes intelectuales.
Esta es mi forma de rendir homenaje a ese pueblo trabajador,
a esos sectores excluidos por un sistema injusto e insensible.
Una mirada desde el equilibrio que la justicia no atina a concretar,
donde los gobiernos muestran nulas ideas revolucionarias y
pocas transformaciones para mejorar la calidad de vida de aquellos
olvidados.
Hemos sufrido dictaduras sangrientas, injusticias sociales, corrupciones
estructurales, amores y desamores, esperanzas y desilusiones,
buenas y malas. Luchadores sociales asesinados y desaparecidos
por el poder cívico - militar - económico - eclesiástico.
Criaturas desnutridas, niños excluidos del sistema educativo, adolescentes
adictos, producto de un cruel afán de lucro ilimitado.
La literatura, la narrativa breve en este caso, es el camino que
elegí para transmitir estas experiencias, luego de transitar casi
cuatro décadas en la militancia universitaria, gremial, política y
social.
Algunos escritores heterogéneos, de quienes he tenido influencias,
y otros que he tomado como referencia, sin adherir por ello a
sus estilos e ideología, son Eduardo Galeano, Abelardo Castillo,
Enrique Medina, León Ferrari, Carlos Fuentes, Arlt, Soriano,
Verbitsky, Benedetti, Saramago, Cristian Alarcón, Rulfo, Savater,
Onfray, Amado, Carver, Pamuk, Bukowsky, Baudeleire, Rimbaud,
Marguerita Duras, Wilde, Onetti, Neruda, Kundera, Dostoievsky,
Eco, García Márquez, Miller, Fonseca, Dorfman, James, Irving
Yalom, Juan Filloy, Andrés Rivera, Luis Sepúlveda, Fernando
Vallejos, Maitena o Sandra Russo.
Estas pequeñas historias que estoy invitando a compartir pretenden
de alguna manera conmover, racionalizar, sonreír y hacer
reflexionar sobre el mundo y la sociedad que consciente o inconscientemente
ayudamos a construir.
Creo que una buena historia con actores sociales instalados en
su realidad, tratada con equilibrio, apelando al diálogo con pinceladas
de ironías y humor sobre temas sacramentados, puede evitar
planteos moralistas y obtener más de una sonrisa.
Muchos personajes son queribles, otros feroces, pero no son
otra cosa que nuestro diario contexto, tal vez magnificados, quizás
convertidos en neuróticos, psicóticos, energúmenos, edípicos o simpáticos,
pero que sufrimos todos los días como vecinos. Espero
que este trabajo les genere algún escozor o alguna sonrisa. Si los
he ayudado a pensar, a imaginarse otras historias, otros finales
sobre las ficciones que he presentado, mi trabajo no ha sido en
vano.
He de agradecerles a mis profesores Carlos O. Antognazzi,
Laura Giussani y Hernán López Echague, así como a mi amiga
Beatriz Gutiérrez, que me haya corregido y alentado en distintas
etapas; todos ellos me han facilitado herramientas para poder trasmitir
mis historias, mis ideas, mis preocupaciones.
Amigas y amigos lectores, espero poder compensar algunas de
vuestras inquietudes y expectativas. Cuenten con mi compromiso
de seguir intentándolo. Gracias.

Oscar Belbey
Santa Fe, diciembre de 2009
www.belbeyoscar.blogspot.com

LA FAMILIA PERFECTA

La mansión se visualizaba desde la ruta, ostentosa, un blanco de pureza, con una decena de palmeras en su frente; doble portón para garage, ventanales amplios en las habitaciones de planta baja. Balcones de madera y puertas ventanas multiplicadas por cuatro en la planta superior. Todas las aberturas en madera de quebracho colorado.
El sol exuberante se reflejaba en la variedad de plantas y flores que tupían los contornos de la casa principal. Violetas, rojos, blancos, amarillos esplendorosos, naranjas brillantes y tenues, verdes en decenas de tonalidades.
En el jardín anterior al ingreso a la casa, una vieja araucaria hacía las veces de sostén navideño. Las luces aún no lucían con el sol recostándose en el horizonte. Las guirnaldas color oro y plata encandilaban con sus reflejos, las cintas rojas descendían desde lo alto del espigado árbol hacia un pesebre de madera rústica al pié.
En su interior, el dueño de casa no ofrecía un segundo de respiro a su celular. Era la media tarde del 24 de diciembre. Las empleadas domésticas y el jardinero corrían a cada orden del acelerado pulso del Dr. Lisandro.
-Abel, no traigás nada de comida- le dice a su hermano menor paternalmente, como siempre-. Solo traete dos cajas de vino, una Malbec, otra Cabernet Sauvignon y dos de Champagne Extra Brut. El resto ya está.
-Ahora estoy saliendo, paso por una vinoteca y compro lo que me pedís.
-A qué hora vas a llegar, mirá que nuestra madre, pretende cenar temprano, tratá de estar en casa a las 21 al menos.
-En 45 minutos estaré ahí.
Allí observó a la más vieja de sus empleadas, aguardándolo.
-Señor, no se olvide que le pedí un adelanto para poder comprar comida para esta noche y mañana. Vienen mis padres, hermanos, sobrinos y nietos a pasar la nochebuena y la navidad en casa. En unos minutos vendrá mi marido a buscar el dinero.
Mientras tomaba por enésima vez su teléfono, pensaba: “Cómo puede esta mujer en su pequeña casita albergar a tanta gente y además darles de comer con su mínimo salario. Un día de estos la voy a tener que blanquear, ya hace quince años que trabaja conmigo. Seguramente su marido sigue sin empleo, además no creo que esté buscando; al morocho ese le interesa mas jugar a las bochas y al truco, que buscar algún laburo. Esta gente se gasta todo en este día y luego no les alcanza para terminar el mes”. A pesar de todo, pudo responder:
-Bien, doña Amable. Veré si puedo adelantarle el saldo de su sueldo mensual. Mire que luego enero es largo- le dijo por compromiso, desentendiéndose del problema-Recuerde que esta noche nos tiene que atender, viene toda mi familia y se quedan a dormir en casa. Diga que uno tiene un lugar amplio si no se tendrían que ir a parar a alguna cabaña.
-Si, don Lisandro, ya tengo todo preparado, no podré ir esta noche a mi casa, pero mañana a mediodía estaré con los míos.
-Piense que por esta noche se gana unos pesos adicionales- dijo el patrón.
Tomando nuevamente el celular, se conectó con su hermana que estaba llegando desde Bariloche, donde tenía un apart hotel.
-Guillermina, ¿estás llegando, ya? No me hagás poner nervioso, el jardinero está terminando de asar el lechón y ustedes no dan señales de vida, ¿vienen tus chicos?
-No. Te envié un mensaje de texto, diciéndote que solo veníamos con Leopoldo. Los pibes ya están grandes, se quedaron con sus amigos y Zarina con su novio. Nosotros estamos a ochenta kilómetros de tu casa.
-No me llegó nunca el mensaje, pero bueno, ya está. Apuren el paso. Aquí los espera un Gancia con limón y hielo. La temperatura está pasando los 38 grados, me voy a tirar a la pileta unos minutos- corta el celular, quejándose interiormente de que ha comprado más comida de la necesaria porque no recibió el aviso. ”Seguro que ni me mandó el mensajito, ni piensa en los gastos, total banco todo yo” se quejaba al arrojarse a la pileta con el objetivo de cortar su irritabilidad.
Al salir de la piscina, reclamó su Valmont con hielo a doña Segunda, y se detuvo a leer el periódico de finanzas.
Al cabo de un rato escucha las bocinas de un Fiat Punto en el cual arriba su hermano menor con su familia, tras ellos una Toyota 4x4 con su hermana y su marido. Los saludos se ven interrumpidos desde la planta alta por su hija Leticia, quién lo reclama para que suba.
-Viejo, tu madre no se despierta, está demasiado rígida.
-Lo único que nos falta es que se nos muera en este día- dijo Lisandro subiendo la escalera en un par de zancadas.
-Vieja, vieeejaaaaaa- le dijo zamarreándola a la anciana de 82 años-. ¿Que te pasa? ¡Despertaaateeeee...!
La anciana seguía estática y pálida. “Llamá al doctor, decile que es urgente, que la vieja se nos muere” exige Lisandro a su hija.
De pronto, la abuela entreabre mínimamente sus ojos:
-Me dormí, como no podía conciliar la siesta me tomé una pastilla- dijo doña Zulema.
Su hijo mayor, respirando aliviado y levantando la voz, le dijo “Vieja, no nos pegués un susto, justo hoy que vienen todos tus hijos, che”.
-Vístala y llévela al jardín, sírvale alguna bebida fresca- dice Guillermina, dirigiéndose a Segunda, que lucía preocupada por la salud de la anciana.
-Bien, señora.
-Quiero que me des un amargo serrano con hielo y limón, me cambio de ropas y me tiro al agua para relajarme del viaje - expresa Leopoldo.
-Bien, señor.
Los recién llegados acomodan sus valijas en sus dormitorios, cambian sus prendas por trajes de baño, rodean la piscina para beber algo fresco y dialogar.
Llegan los últimos invitados, unos vecinos del barrio privado, que están relacionados afectivamente, ya que uno de sus hijos está de novio con Leticia, la hija mayor de los dueños de casa.
Lisandro advierte la ausencia de su mujer y va a buscarla al dormitorio:
-Julieta, mujer, ¿qué te pasa? Estás tirada en la cama mientras nosotros compartimos en la galería, cómo se entiende. ¿Qué te pasa, estás llorando, me querés joder la noche de Navidad?
-¿Sabés lo que pasa, imbécil? Que estoy harta de vos, de tanto fingir, de tanta hipocresía- comenzó a gritar la esposa.
-Pero te estas volviendo loca, ahora, justo hoy venís a reclamarme.
Julieta se para, lo empuja contra el marco de la puerta y baja las escaleras gritando:
-Sí justo hoy, que están todos los tuyos, quiero que sepan que lo nuestro es una mentira- mientras comenzaban a arremolinarse los familiares-. Y sabés, porqué no les contás cómo hiciste esta mansión, de dónde sacaste el dinero. Vos, coimero, socio de narcotraficantes y piratas de asfalto. ¡Juez de la nación, patriota numero uno!
-Julieta, te dije que tenés que volver con el sicólogo, estas cada día peor- dijo el juez, pensando que la mejor defensa es un buen ataque-. Estás histérica- le disparó.
Pero no contaba con que su mujer había agotado su tolerancia, cualquier gota podía desbordar su vaso, y ahora no habría retorno ni indulgencia.
-Tu familia perfecta. Tu viejo el gobernador mas corrupto, tu Abelito, ese pastor de almas. Ese abogado de misa diaria, representante de las empresas más esclavizantes de la capital. ¿Te acordás hace dos años, que me llevó a buscar una provista de alimentos en nuestro auto? Porque vos estabas ocupado mirándole el culo a la empleada, que tuve que echar porque se fascinaba con tus galanterías chabacanas. Bueno, ese día tu hermanito menor me llevó a la ciudad. ¿Recordás que “se nos rompió el auto”, que demoramos dos horas más de lo normal? Tu hermanito me metió en el motel de la ruta. Primero hice un escándalo, pero cuando él me contó que estabas cogiendo con tu secretaria y además con la doméstica, me rebelé y te devolví con la misma moneda. Además el pendejo me hizo gozar más que vos, para que lo sepas. Algún día te lo iba a contar, cuando más te doliese. Ese día llegó, y hoy es mi día de venganza.
-Pero qué hija de puta. No puede ser verdad lo que me decís. Bajá hijo de puta, bajá Abel, decime que no es verdad, que esta turra me quiere hacer perder los estribos. Vos no me podes haber hecho eso, te he pagado la universidad, te regalé el estudio jurídico, te envié todos mis clientes y te beneficié con decenas de veredictos favorables.
-Bueno, hermano. Mirá, tu mujer siempre me ha estado provocando, y ese día perdí el equilibrio, ingresé al motel y pasó lo que ella buscaba. Perdóname, pero luego nunca más pasó nada.
-Claro, no pasó nada, porque yo me negué. Querés que le muestre a tu hermano todos los correos electrónicos que me enviabas, que hacías culto al onanismo por mí, tu cuñada. Que me separara del imbécil de tu hermano, en eso tenías razón. Vos me contaste de su relación con los narcos y piratas de asfalto, del dinero fácil que ganaba, de la secretaria que llevaba en los viajes a los “Foros jurídicos”.
-Hijo, esto es una vergüenza, qué van a decir mis amigas. Qué van a decir los chicos, ¿porque insulta a mi finado esposo?- balbuceó la abuela Zulema.
-Pero qué dos hijos de mil putas que han sido. Me han convertido en un gran cornudo y yo sin saberlo.
-Eso es verdad, sos tan vanidoso, tan soberbio, es mucho más fácil convivir con hipocresía. Yo tuve que soportar la vocecilla ingenua de tu secretaria, “el doctor no puede atenderla, señora, el Doctor esta sumamente ocupado…”, y tal vez estaba disfrutando de tus favores sexuales, y mis amigas “alertándome” de tus infidelidades.
-Ay, querida, qué les pasa, hoy es Navidad, el nacimiento de Jesús, hay que saber perdonarse, tenemos una familia tan linda, chicos- dijo apenada doña Zulema.
-Abuela, esto tenía que estallar un día, en casa todos sabíamos todo, no te preocupés. Además a ellos los une el dinero, no el amor, así que deberán bancarse mutuamente y seguir mostrando buena cara hacia afuera, porque la profesión de papá es así de careta, y mamá ya se tomó revancha. Además a nosotros nos conviene que sigan juntos, sino el patrimonio se divide en mil pedazos y nosotros nos quedamos en la calle.
- Bueno, yo tenía que contar que mi Zarina, la de 16 años, está embarazada y dice que no quiere tenerlo, pero eso es una tontera dentro de este quilombo- dice Guillermina.
Inesperadamente, el jardinero aparece en escena:
-Patrón, el lechón esta listo. Voy trayendo los primeros trozos, es un manjar.
-Estos chicos. Siempre peleándose, no les presten atención- dijo doña Zulema, más calma, dirigiéndose a los vecinos.
En ese momento suenan las sirenas, estallan los petardos que arrojan los más pequeños, mientras el estúpido de turno en la TV grita:
-¡Ha llegado la Navidad! ¡Alegría y felicidad para todas las familias!

Santa Fe 2008 Antología 5

PECADORAS

Por Oscar Belbey


El sol se escondía tras la ventana del segundo piso del edificio de la obra social de los trabajadores vitivinícolas. La reunión del directorio nacional retomaba el debate sobre la postura del delegado santafesino, para encarar unas charlas de educación sexual y procreación responsable para las trabajadoras de viñas y para las esposas, concubinas o hijas. También a los afiliados masculinos.

Finalizaba el año 1984, no hacía un año de ganada la democracia, luego de una feroz dictadura militar y luego de una derrota aplastante en Malvinas.

El planteo era convocar a una gran reunión en los centros de salud de Mendoza y San Juan, para brindar mayor conocimiento de los métodos anticonceptivos. Se llamó al médico y potencial disertante de los temas de referencia, para que los miembros del directorio, pero sobre todo los delegados de las zonas de viñas y producción del vino, sean informados sobre esta actitud de la obra social.

- Eso es meterse en la vida íntima de las familias- dijo un delegado bajito de cabello crespo.

- Escuchame, vamos a tener quilombo con el cura del pueblo, es un tema que mejor no meterse- dijo otro flaco alto, de camisa con unos grandes cuadros celestes y blancos.

- Vos crees que San Juan es igual a Santa Fe, viejo, allá la gente no se mete con estos temas, y las mujeres respetan su religión- expreso José, un gringo de tez muy colorada y expresión preocupada.

- Bueno,- dijo el delegado que hizo la propuesta,-porque no lo escuchamos al Dr. Y luego resolvemos.

El médico, un poco presionado por las manifestaciones de los delegados, comenzó con una voz casi inaudible, tanto que le debieron pedir que levante su tono, porque los mas alejados no escuchaban su alocución.

- Muchachos, yo comprendo sus inquietudes, pero estamos a fines del siglo XX y algunas cosas hay que empezar a cambiar.

- Pero doctor Ud. no sabe lo que es el párroco de Desamparados, es capaz de escracharnos en la misa del domingo. Sería terrible.

- Pero vos tenés que hacerte cargo de tu responsabilidad de dirigente gremial. De mirar que debemos educar a la gente, que no pueden estar dando premios a las mujeres que tengan mas hijos, cuando esos hijos terminan siendo desnutridos y tenemos la mas alta tasa de mortalidad infantil. Las adolescentes de 14 o 15 años, tienen hijos sin estar preparadas, y las jóvenes tienen hijos que no pueden alimentar, ni criar, ni educar. Tener relaciones sexuales no debe ser sinónimo de tener hijos, o al menos eduquemos para que puedan optar por un método anticonceptivo, si ellas lo deciden así.

- Hay algunas niñas de 11 o 12 años que quedan embarazadas- dijo un delegado morocho de ceño fruncido.

- Bueno, eso tenemos que evitarlo, para eso somos dirigentes, para estar un paso mas adelante de los obreros y explicar lo que por su ignorancia no pueden o no quieren aceptar- expresó el promotor responsable de los cursos en la obra social.

- Pero Flaco, vos decís eso, porque fuiste a la universidad, porque pudiste estudiar, pero estas mujeres no quieren saber nada que modifique su pensamiento y mucho menos pelearse con el cura, que luego les niega la confesión.

- O no quiere bautizarles los hijos o no los acepta en la escuela de la iglesia- se defendió el sanjuanino.

- Bueno- dijo el médico, retomando el diálogo -es necesario que esta comisión directiva tome conciencia de que, aun contra la posición religiosa, tenemos que admitir- dijo apelando a su pragmatismo, ya que el sentido común no podía avanzar en su racionalidad- tenemos que admitir- repitió- que estamos en una profunda crisis económica en la obra social, y que debemos hacer economía en varios rubros. Según estas planillas- que desplegó sobre la gran mesa de reuniones y mientras el sol ya había dejado de asomarse por la ventana. -Los gastos por 9 meses de atención médica a la madre, los estudios preventivos, partos y cesáreas, mas los que necesita un bebé, tratamientos diversos de recién nacidos, neonatología, lactancia, vitaminas y muchos etcéteras mas, se llevan una gran parte del presupuesto. Sumen todos esos gastos, y verán que la inversión en evitar una cantidad importante de embarazos, adicionados a la mejoría en la salud mental de la mujer, sin estar abrumada por tantos hijos, pudiendo planificar su vida sin tantas presiones. Las ventajas son innumerables.

- Esta bien doc, pero hay una idiosincrasia de la mujer donde ellas quieren ser madres- manifestó el delegado de Godoy Cruz

- Pero viejo, dejá de ser tan machista- dijo el porteño. -Dejá que resuelvan ellas, banquense que hagamos una convocatoria y que opinen las mujeres.

- Pero vos te creés muy moderno, pero con la familia y la iglesia católica no se juega, querido- le dijo el nativo de Las Casuarinas.

- Porque no dejan explicitar un poco mas al doctor, muchachos, luego discutimos la posición política- dijo el cordobés, con su tonada característica.

- Mas tranquilo el ambiente, retomó el Dr.Suarez, porteño de nacimiento e incrédulo por el diálogo mantenido con estos hombres que parecían salidos de las cavernas.

- Bien, creo que el costo de los DIU es ínfimo comparado con los beneficios que les representa a las mujeres que ya no quieren tener bebes, luego de haber tenido al menos uno o dos hijos. Pero esa decisión debe ser tomada por ellas. De todos modos, debemos hablar con las mujeres para que junto a sus compañeros o maridos, sepan los métodos mas favorables para cuidar su salud y su sexualidad. Desde el preservativo, pasando por los espermicidas, diafragmas, píldoras anticonceptivas, o algo que se transforma en definitivo como las ligaduras de trompas o la vasectomía, para los hombres. ¿Saben Uds. que es tan arcaica la legislación que las mujeres deben pedir autorización al marido y además llevar testigos para hacerse una ligadura?- nadie se animó a contradecir al médico

- Todos estos métodos tienen carácter preventivo y facilitan la planificación familiar, sobre cuantos hijos quieren o pueden tener, de acuerdo a sus condiciones físicas o económicas- Y así siguió enumerando distintas alternativas sobre la forma de prevenir embarazos no deseados y situaciones límites para las mujeres.

- Bien, doctor, le agradecemos su aporte- dijo el secretario general, -ahora déjenos solos para definir si hacemos los cursos o consideramos que no se deben hacer- expresó mas convencido por la parte económica de la cual era el administrador, que por el concepto de independencia de la mujer. -Bueno, muchachos, seguimos la discusión- dijo el jefe, natural de General Alvear.

- Yo quiero recordar que algunas voces defensoras de la posición de la iglesia, días pasados contaron una anécdota sucedida en su pueblo de origen. Me gustaría que la repitieran aportó el delegado de Chilecito, La Rioja.

- Es verdad, a veces el discurso es una cosa, le tememos al cura del pueblo, pero en los hechos, las mujeres que pueden utilizan los DIU, porque es un sistema para evitar las píldoras, y también para que no tengan que sufrir mirando el almanaque, sobre todo aquellas mujeres que ya tienen un par de hijos.

- Esta bien, contá la historia, pero yo creo que no se puede ir contra lo que Dios decida- dijo el sanrafaelino.

- Viejo, otra vez ese verso, ¿Dios decide entonces quién es pobre y quién puede alimentar a sus hijos? Porque las mujeres ricas tienen pocos hijos. ¿Lo decide Dios, la educación o las mujeres? Entonces Dios, si existe o si es justo, debería evitar que algunas mujeres sean sometidas, golpeadas, violadas por sus maridos, que luego se desentienden de la cantidad de hijos que tienen, de pagarles el alimento y su educación- se enoja el porteño.

- Bien, aquí tenemos el representante femenino, jajaja. Porteño mariconazo, deja de hablar por las mujeres.

- Bueno, cuento la anécdota- dice el cafayateño. -Resulta que unas mujeres de la Accción Católica, nos reprocharon una charla sobre uso de preservativo que intentábamos dar a los jóvenes de la escuela secundaria y decían que con esa consigna, estábamos influyendo para que los adolescentes tuvieran relaciones sexuales prematrimoniales. Bueno, eso pasó, pero nosotros seguimos avanzando y llegamos a mostrar educación sexual y salud reproductiva. Allí dos de las mujeres de la Acción se volvieron locas y nos atacaron duramente en la radio local. “Que Dios los va a castigar, que el cura no va a dejar comulgar a quienes cometan el pecado mortal de utilizar métodos diferentes al del calendario o de interrupción del coito”, y prometía el infierno para tamañas afrentas a los mandamientos y la lealtad a los preceptos bíblicos, según esta feligresa católica. Pero resulta que una adolescente que escuchaba atentamente, era hija del ginecólogo del pueblo. El padre de la jovencita, le cuenta a la piba, que “esa señora que hablaba, se había cambiado el DIU, ya que había cumplido su vida útil de 5 años, la semana anterior en su propio consultorio”. Esta piba de 16 años, cursando el cuarto año de perito mercantil, en el Colegio Secundario del Estado Provincial, cuenta el hecho y quienes habían sido agredidos por la labia de la militante ultracatólica, la llaman para dialogar en forma privada. Le comentan lo que se habían enterado y allí se terminaron los palos en la rueda a los cursos de planificación familiar.

Varios de los presentes quedaron anonadados por la historia, y pocas argumentaciones quedaban, cuando el santafesino, atacó, diciendo:

- Muchachos, a los cursos van los que quieren, lo que no podemos hacer es sumir en la ignorancia a quienes quieren informarse, que luego decidan ellas si los van a utilizar o no. Demos la posibilidad a los pobres, ya que los que tienen acceso al conocimiento pueden optar, si tienen o quieren tener mas hijos.

El silencio de aquellos que se negaban a aceptar la propuesta fue notorio. Solo el nativo de Desamparados, atinó a decir:

-Bueno, verán que no va a ir nadie a esos cursos.

- Esta bien, si fracasa suspendemos los cursos por todo el año, pero si asisten bastantes mujeres, deben comprometerse a hacerlo en cada filial- trató de convencerse el misionero, comprometido con el proyecto.


Llegados los días previos al comienzo de las charlas, aquellos que tenían una posición favorable a los cursos, fueron a recorrer las tres FM de la ciudad sede del evento para anunciarlo. El cura local, salió a cruzar los argumentos ofrecidos con el respaldo de su postura religiosa. Los locutores obviamente, le brindaron mucho mas tiempo al párroco que a los promotores del curso. También la comunidad católica se expresó contraria al dictado del mismo, era una comunidad muy conservadora y temerosa, tal vez de algún amenazador viaje al infierno que nadie quería inaugurar.

Quienes se mostraron dudosos con la dirección de este conflicto, buscaron suspenderlo. Telefonearon al secretario general, manifestando su preocupación por el cariz que tomaba esta confrontación. Este consultó con los organizadores. La respuesta era obvia:

–Total sino viene nadie nos tomamos unos mates y devoramos las facturas entre nosotros. La contestación era:

–Claro pero nos dejan un quilombo en el la zona.

- Bueno, viejo arriesguemos, o no sabés como lo condenaron a la hoguera a Galileo Galilei porque decía que la tierra era redonda y que giraba alrededor del sol.

- Apuesto a que no habrá mas de 20 personas, teniendo en cuenta que en toda la región hay casi mil afiliados. Será un fracaso.

- Acepto que ese pequeño número será la representación de que la gente no ha entendido nuestro mensaje- dijo el cafayateño.

- Sino vienen mas de 50 mujeres, pago el asado para todos los dirigentes que estén presentes- provocó el santafesino.

- Bravo, yo me pongo a la parrilla para gastar tu plata cruzó el sanjuanino, totalmente escéptico de la concurrencia femenina.

Eran las 16 horas. El salón del Centro de Salud de Maipú, Mendoza, estaba vacío, con unas 60 o 70 sillas, tomado como posibilidad máxima de asistencia por los gremialistas locales. Llamaron a los empleados de la obra social para que haya alguien sentado y tal vez, sea un llamador para las mujeres de la zona.

Pasados quince minutos, llega un grupo de jóvenes damas, preguntando tímidamente “si allí se daba un curso para mujeres”. Un pequeño grupo se concentró en la esquina. Tuvieron que invitarlas a ingresar, porque parecía que no querían ser vistas entrando a la disertación. Los nervios de los organizadores, al pasar los 30 minutos de la convocatoria, eran terribles.

Pero minutos después llegaron dos camionetas con una docena de jovencitas, seguramente hijas de obreros de viñas , tres camiones, un tractor con un acoplado que venían de las viñas del oeste, varios grupos de señoras con rostros curtidos por el sol, y finalmente un colectivo completo que venía de la zona sur, que luego comentaron, lo habían reclamado a la empresa mas grande de la zona e hizo un itinerario desde la ciudad de Rivadavia a unos 30 kilómetros de distancia, levantando interesadas en cada pueblo. Se habían pasado el dato, organizado y decidido a venir. Al ver tanta concurrencia, muchas que estaban expectantes en las cercanías, esperando si alguna mujer se arrimaba, se animaron e ingresaron. También en la esquina más cercana, había un grupo con sus grandes cruces colgando, seguramente iban a ir corriendo a la iglesia a pasarle el dato al cura. Eso había generado cierto temor en algunas chicas, que al ver a quienes estaban diariamente en el templo, trataron de evitar ser vistas dando una vuelta a la manzana e ingresaron por la otra calle contigua.

- Conté las presentes- dijo el sanjuanino admirado y dispuesto a pagar el asado perdido. ¡ Ciento noventa y ocho mujeres!

El médico, con una sonrisa exultante, tomó su posición frente al auditorio para iniciar la charla y les dijo:

- Señoritas y señoras, es un placer verlas aquí.

Santa Fe 2007